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¿Por qué no hay periodismo de investigación?

Reglamento de la Ley Orgánica de Comunicación.

Diario El Universo y su postura sobre la Superintendencia de Información y Comunicación

Sala de redacción de diario El Comercio

Publicaciones de periódicos ecuatorianos

Imagen de diario Hoy: Límites del ejercicio periodístico

La prensa corrupta hacía lo que le daba la gana” esas son las palabras con las que el mandatario ecuatoriano Rafael Correa se refirió a la prensa en su enlace ciudadano número 237, quien declaró a los medios de comunicación independientes como sus principales enemigos, aduciendo que buscaban desestabilizar a su gobierno. Fue así como desde el poder político se impulsó la Ley Orgánica de Comunicación y con esta llegó la creación de organismos de control como: El Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom) y la Superintendencia de Comunicación (Supercom), encargadas de regular el contenido de los medios de comunicación.

A partir de dicha ley se han generado una serie de cuestionamientos referentes a la libertad de expresión en el Ecuador. Organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Reporteros Sin Fronteras coinciden en que la ley da paso a la autocensura, con ello se condicionan y se restringen las libertades frente a la realización de periodismo. De este modo también se afecta al derecho que tienen todos los ciudadanos a ser informados sobre hechos que son de interés público.

De igual manera según la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), desde que entre entró en vigencia la LOC, hasta junio de 2016 se registraron  554 procesos abiertos por la Supercom, de los cuales 220 terminaron en multas ecómicas, 107 fueron amonestaciones escritas y 45 fueron disculpas públicas.

Pero ¿quién determina bajo qué parámetros se hacen publicaciones? Con la ley de comunicación llegó también la figura del superintendente de comunicación, el cual es nombrado por una terna del oficialismo y es quien controla las publicaciones de los medios de comunicación y a su vez impone multas, sanciones y rectificación de información según lo estipula la LOC. De esta manera se ha controlado al sistema mediático en el Ecuador, así lo afirma el periodista Arturo Torres, aduce que desde el 2008, año en que Correa entró al poder, ha habido un ataque permanente al trabajo que realizan los medios de comunicación y una persecución a periodistas. Como consecuencia de ello varios medios han tenido que cerrar, enfrentar multas y sanciones que han significado pérdidas económicas. De igual manera en el caso de periodistas han tenido que enfrentar juicios civiles y penales por sus publicaciones.

Cuando comenzaba a consolidarse el periodismo de investigación en el Ecuador contemporáneo, este se ve truncado  por  las leyes y por el ambiente hostil entre el oficialismo y la prensa independiente.  Actualmente se visibiliza una disminución del periodismo de investigación en medios impresos y en televisión. La Ley Orgánica de Comunicación ha influido indirectamente en el cierre de medios de comunicación como diario Hoy y revista Vanguardia, líderes en hacer investigaciones. Así también se han impuesto una serie de sanciones y multas económicas a través de las cuales se han creado advertencias a periodistas y a directivos de medios de comunicación sobre las consecuencias legales y penales que podrían afrontar frente a la realización investigaciones periodísticas que incomodan al gobierno de turno. De este modo se han establecido una serie de condicionantes para frenar el libre ejercicio periodístico como el linchamiento mediático, la responsabilidad ulterior y los excesos de control por parte de la Supercom, factores que configuran un escenario sin garantías profesionales en la comunicación.

Periodistas como Arturo TorresMónica Almeida coinciden en que el gobierno de Rafael Correa ha generado un ambiente hostil para la prensa ecuatoriana, destacan que pese a las restriciones el periodismo se ha fortalecido y aún hay grandes esfuerzos por desarrollar investigaciones periodísticas, las cuales se las realiza con extremas precauciones para evitar sanciones y multas por parte de los organismos de control.

Los periódicos ecuatorianos no muestran un periodismo de investigación profundo, superficialmente muestran algo de indagación sin respuestas por parte de figuras o instituciones públicas, donde en algunos casos, figuras públicas no cumplen con la Ley de Transparencia y Acceso a la lnformación Pública y niegan al pedido de información por parte de medios de comunicación, lo que dificulta la contrastación de fuentes, principal exigencia del periodismo. En la televisión hay apenas un programa de investigación, Visión 360, donde no siempre hay la contrastación porque los personajes implicados no responden a pedidos de entrevistas y los más perjudicados serían los ciudadanos quienes no estarían ejerciendo su derecho a la información.

Dejando de lado el tema político y la Ley de Comunicación, para hacer periodismo de investigación se necesita de recursos humanos y económicos, esta especialidad es una de las más costosas y no siempre los medios de comunicación están dispuestos a invertir en estos requerimientos. Los pocos periodistas de investigación en el Ecuador han hecho trabajos de indagación por iniciativa propia, por responsabilidad social, responsabilidad que falta dentro de los propios medios de comunicación.

El periodista Juan Carlos Calderón coautor del libro "El Gran Hermano"asegura que luego de los juicios planeados a periodistas y a medios de comunicación, estos decidieron dejar de hacer periodismo de investigación. De igual manera afirma que para los empresarios de la comunicación no es rentable pagar a un periodista por tiempo muerto donde no produce ningún tiempo de información pues hacer indagaciones requiere de mucho tiempo, como mínimo meses de investigación.

El periodismo como tal no consiste en replicar lo que dice una personaje, su esencia propia está en la curiosidad, en investigar y en detectar irregularidades que deben ser presentadas ante la sociedad con un trabajo de calidad, basado en normas éticas,  donde el periodista no es juez, pero contribuye a exigir procesos transparentes para los ciudadanos, pues si un periodista no exige rendición de cuentas nadie lo hará y se verá afectada la democracia de un país. 

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